El Codex U2 VI. 8, actualmente en posesión de la archidiócesis de Eger (Erlau), contiene 54 hojas en pergamino iluminadas, de 120 x 78 mm de tamaño. El texto fue escrito en letra híbrida (bastarda), a razón de 34 líneas en cada página. La encuadernación se realizó en la segunda mitad del siglo XIX con piezas de la supuesta funda de terciopelo verde original y con respaldo de cuero. La disposición del texto difiere del orden general de los libros de horas, en la medida en que no contiene todos los componentes de los libros de horas del siglo XV, sino que se limita a los textos más necesarios debido a su formato pequeño.
Nuestro Libro de horas no contiene todas las oraciones habituales y, por lo tanto, las ilustraciones de los milagros de los santos tampoco aparecen en las ilustraciones. Pero aún así, el Código contiene en su 54 pergaminos 10 miniaturas a página completa (de un formato aproximado de 110 x 72 mm) y 6 más pequeñas (de aproximadamente 35 x 27 mm), así como también 24 imágenes de calendario, de las cuales las escenas agrarias tienen unas dimensiones de 21 x 44 mm, y los símbolos del zodiaco de 32 x 17 mm. Las páginas con las 6 pequeñas miniaturas y las 12 páginas del calendario están bordeadas por marcos exteriores con una espléndida decoración. De las 79 páginas, solo los bordes exteriores longitudinales están provistos de una barra lateral. De las 108 páginas, 107 están ornamentadas, en otras palabras, hay, por así decirlo, una pintura más o menos elaborada en cada página. La parte posterior de la hoja 42, ya mencionada en el primer estudio, está vacía. Aquí faltan los Siete salmos penitenciales, o solo se conservan fragmentos, así como la ilustración habitual del rey David con el arpa.
El escribano y el iluminador que caligrafiaron y decoraron el libro de oraciones se esmeraron en su tarea. No hay una página en la que no se encuentren al menos una espléndida letra más grande caligrafiada o una letra inicial más baja sobre fondo dorado; tampoco son infrecuentes las páginas con entre 12 y 14 letras resaltadas. Las palabras individuales fueron escritas en rojo (las palabras miniaturista y miniatura derivan de miniator, rojo en latín). Cabe suponer la participación de editor que supervisaba la organización del manuscrito, porque en todos los casos trata de que la composición de la página sea uniforme. Si la oración no había llegado al final de la línea, rellenaba la línea con una rama sin hojas o con otro elemento decorativo. Cada página es una entidad tipográfica, un todo cerrado.
La ornamentación de los marcos fue creada por el iluminador a partir de un material formal ya bien establecido por la pintura francesa; en unos casos es espontánea y en otros geométrica, pero en ambos casos sigue el mismo patrón: el elemento más importante es el rico zarcillo con hojas de acanto pintadas en dos colores, en el que se insertan los monstruos fantásticos, típicos de la Edad Media. El flujo monótono de zarcillos se interrumpe por formas geométricas insertadas. La ornamentación consiste en una gran variedad de rectángulos o cuadrados yuxtapuestos, encerrados en círculos ornamentales de hojas sobre tierra dorada o blanca, rayas horizontales con las puntas convergentes y, en ciertos pasajes, diamantes emparejados, rayas en zigzag también sobre un fondo dorado y blanco, así como también toda suerte de figuras geométricas.
Nuestro Libro de horas no contiene todas las oraciones habituales y, por lo tanto, las ilustraciones de los milagros de los santos tampoco aparecen en las ilustraciones. Pero aún así, el Código contiene en su 54 pergaminos 10 miniaturas a página completa (de un formato aproximado de 110 x 72 mm) y 6 más pequeñas (de aproximadamente 35 x 27 mm), así como también 24 imágenes de calendario, de las cuales las escenas agrarias tienen unas dimensiones de 21 x 44 mm, y los símbolos del zodiaco de 32 x 17 mm. Las páginas con las 6 pequeñas miniaturas y las 12 páginas del calendario están bordeadas por marcos exteriores con una espléndida decoración. De las 79 páginas, solo los bordes exteriores longitudinales están provistos de una barra lateral. De las 108 páginas, 107 están ornamentadas, en otras palabras, hay, por así decirlo, una pintura más o menos elaborada en cada página. La parte posterior de la hoja 42, ya mencionada en el primer estudio, está vacía. Aquí faltan los Siete salmos penitenciales, o solo se conservan fragmentos, así como la ilustración habitual del rey David con el arpa.
El escribano y el iluminador que caligrafiaron y decoraron el libro de oraciones se esmeraron en su tarea. No hay una página en la que no se encuentren al menos una espléndida letra más grande caligrafiada o una letra inicial más baja sobre fondo dorado; tampoco son infrecuentes las páginas con entre 12 y 14 letras resaltadas. Las palabras individuales fueron escritas en rojo (las palabras miniaturista y miniatura derivan de miniator, rojo en latín). Cabe suponer la participación de editor que supervisaba la organización del manuscrito, porque en todos los casos trata de que la composición de la página sea uniforme. Si la oración no había llegado al final de la línea, rellenaba la línea con una rama sin hojas o con otro elemento decorativo. Cada página es una entidad tipográfica, un todo cerrado.
La ornamentación de los marcos fue creada por el iluminador a partir de un material formal ya bien establecido por la pintura francesa; en unos casos es espontánea y en otros geométrica, pero en ambos casos sigue el mismo patrón: el elemento más importante es el rico zarcillo con hojas de acanto pintadas en dos colores, en el que se insertan los monstruos fantásticos, típicos de la Edad Media. El flujo monótono de zarcillos se interrumpe por formas geométricas insertadas. La ornamentación consiste en una gran variedad de rectángulos o cuadrados yuxtapuestos, encerrados en círculos ornamentales de hojas sobre tierra dorada o blanca, rayas horizontales con las puntas convergentes y, en ciertos pasajes, diamantes emparejados, rayas en zigzag también sobre un fondo dorado y blanco, así como también toda suerte de figuras geométricas.